Nunca jamás de los jamases compraríamos un producto en un supermercado que pusiera en su etiqueta algo así como: “Este producto contiene azufre y puede crear ácido sulfúrico” ¿Estamos en lo cierto verdad? Pues aunque no lo crean todos y cada uno de nosotros compramos un producto que contiene exactamente eso y que además es uno de los ingredientes más utilizados en cocina, además de que acaba por hacernos llorar como auténticos niños. Sí, estamos hablando de la cebolla.
Puede que muchos no lo sepan, o que no lo crean, pero lo cierto es la cebolla es capaz de absorber el azufre que hay en el suelo y diluirlo en su composición. Pero ¿Qué es lo que ocurre para que la cebolla nos haga llorar? La explicación es muy sencilla y es que como en su composición está el azufre diluido que ha absorbido del suelo, al cortar la cebolla lo que hacemos es romper las células lo que provoca que se libren mínimas cantidades de gas de azufre. El gas de azufre liberado entra en contacto con la humedad de nuestro ojo y produce una reacción química pues se forma minúsculas cantidades de ácido sulfúrico y ¡Eso es lo que nos hace llorar! Es más, este ácido es el culpable de irritar nuestros ojos lo que nos obliga a producir las lágrimas para poder limpiar nuestro ojo y evitar que la irritación vaya a más. ¿Sorprendente no?
Pues aquí todavía no acaba la cosa y es que existe un truco que puede hacer que evitemos todo el proceso de la reacción química y así no volver a llorar nunca más al cortar una cebolla. Lo mejor de esto es que se hace de forma rápida y sencilla ya que solo debemos quitar de la cebolla la parte que tiene más concentrado de azufre y así evitaremos que acabemos llorando cada vez que partamos una cebolla. Con el siguiente vídeo que os ponemos a continuación podréis ver el método de cómo retirar esa parte rica en azufre.
¿Qué os ha parecido? ¿Vais a probarlo? ¡Contarnos vuestra experiencia!
Fuente: Cooking With Jack Show