Somos muchas las personas que de una manera u otra intentamos luchar por los animales, por sus derechos y por su libertad. Una de las empresas que más poder tiene con respecto a ayudar a los animales es Greenpeace. Esta asociación cuenta con una gran cantidad de personas que luchan por nuestro planeta y por los seres vivos que hay en él.
Hace un par de meses, Greenpeace comenzó una nueva lucha contra la costa este de Rusia ¿Por qué iban en contra de esta zona de Rusia? Muy sencillo, al parecer en la costa del este de este país existen un lugar conocido como «cárceles de cetáceos» en el que están encerradas 87 belugas y 11 orcas.
Desde luego la amplia sección que los humanos tienen para maltratar a los animales es numerosa y horrible. La avaricia puede con una gran cantidad de personas y no se lo piensan dos veces antes de hacer sufrir a animales inocentes que viven en libertad. Muchos prefieren llenarse los bolsillos de dinero y someter a estos animales a condiciones inhumanas como por ejemplo esta cárcel de cetáceos.
El problema de que existan lugares así es porque hay gran demanda por parte de muchísimos países como por ejemplo en China donde animales como orcas, belugas o delfines están siendo comercializados sin parar.
Lo peor de todo es que esta situación es que los animales son obligados a vivir en celdas que son extremadamente pequeñas, lo que dificulta muchísimo que estos grandes ejemplares puedan moverse con normalidad y ¡Algunos de ellos llevan desde julio del año pasado encerrados ahí!
Evidentemente esta situación es terrible y cruel. Los cetáceos son capturados en su hábitat natural, privados de su libertad y encerrados en celdas diminutas. Estas celdas son tan pequeñas y tienen tan poco metros cuadrados que estos pobres animales no pueden moverse, lo que supone un gran sufrimiento para estos animales que están acostumbrados a nadar diariamente 100 kilómetros.
Pero la cosa no acaba aquí y es que los cetáceos para poder regular su temperatura corporal, pues las aguas de los océanos y mares de Rusia tienen muy bajas temperaturas, necesitan nadar y así mantener una temperatura adecuada para sobrevivir en estas situaciones pero la prisión en la que se encuentran les está provocando que poco a poco vayan muriendo de hipotermia pues no son capaces de regular su temperatura.
Además las crías son separadas de sus madres casi recién nacidas y esto aumenta la probabilidad de mortalidad. De hecho, ya son más de tres ejemplares los que se han muerto bajo estas condiciones.
¿La razón por la que los humanos mantienen presos a estos animales en estas condiciones? Sencillos, la cárcel de cetáceos solo tiene un único objetivo: Que animales libres sean apresados para después venderlos ilegalmente a acuarios y delfinarios chinos por millones de euros.
Nos horroriza saber que hay personas capaces de hacer sufrir de esta manera a los animales. La captura y la comercialización de estos ejemplares, tanto con orcas, delfines como belugas, está totalmente prohibido. Por eso es necesario que las autoridades internacionales se pongan serios con este asunto pues a pesar de que hay leyes todavía no están obligando a todos los países a cumplirlas.
Para finalizar, todos sabéis que en este tipo de situaciones la opinión pública tiene un gran papel para poder ayudar a estos animales a salvarse, ya que la presión pública puede hacer milagros. Esto es algo que sabe de sobra Greenpeace y por eso está pidiendo firmas para que las «cárceles de cetáceos» no existen más, si te interesa firmar puedes hacerlo aquí ¡Ayudemos a estos pobres animales que necesitan nuestra ayuda!