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Un imprudente hombre lanza a mono al agua y sufre serias consecuencias

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China es uno de los países más antiguos de la civilización humana, ello lo hace poseedor de características únicas a las de otros países del mundo, volviendo a su cultura tan hermética que incluso para alguno de nosotros sea un poco difícil de comprender.

Tal es el caso de uno de los templos religiosos más visitados en China, es el templo Xintian, ubicado en la concurrida ciudad de Fujian. Cientos de miles de turistas visitan estas tierras sagradas para intentar comprender como es que la gente puede convivir libremente con los monos.

No obstante, algunos turistas no tienen muy en clara esta relación de respeto y armonía, por lo que algunos pueden incluso sobrepasar la línea de lo que se considera correcto o no. Tal es el caso de un hombre que se encontraba con un grupo de personas mientras caminaba por este suelo sagrado, y por intentar hacérsela de bromista, empujó a uno de los monos para que este cayera al estanque y se ahogara.

Un imprudente hombre lanza a mono al agua y sufre serias consecuencias

Lo sorprendente de todo esto, fue  que el mono cobrara venganza por lo sucedido, cosa que el hombre no esperaba. Tras caer al agua, el mono escaló la pared con una rapidez impresionante y fue justo tras el hombre, este asustado salió corriendo al ver que tres monos más iban tras él.

Tras correr un trecho, logró esconderse en una tienda del templo. Sin embargo, los astutos monos pudieron acceder al establecimiento y darle una golpiza que jamás esperaría este sujeto. Entre gritos y arañazos, los monos se vengaron del hombre mientras el personal de seguridad intentaba alejar a los animales.

Cuando por fin pudieron alejarlos, el hombre quedó con múltiples heridas en sus manos y rostro, marcas que le darían una lección de vida, jamás agredas a un animal indefenso, porque las consecuencias pueden ser letales.

Por suerte, este hecho sorprendente quedó filmado por una cámara de seguridad del templo, por lo que después de la paliza que el hombre recibió por lo monos, fue expulsado del templo por la seguridad de la edificación y se le prohibió la entrada de por vida, además de pagar una multa por maltrato animal de 200$.

Evidentemente, esta broma salió muy mal y esperamos que el hombre haya aprendido la lección, pues ahora sabe muy bien que la naturaleza no se dejará atacar de nuevo, y que es un deber humano respetar a todas las criaturas sin importar su condición.

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