Son muchos los animales que crecen y durante su larga vida viven en una manada donde la supervivencia del grupo depende de los integrantes del grupo. Por lo tanto cuando un animal vive en manada todo el grupo convive junto, viajan juntos y también cazan juntos para sobrevivir unidos.
Sin embargo, a veces hay ocasiones en las que ciertos animales acaban perdiendo a su manada, o que esta les abandona, y se ven con la obligación de buscar otra familia que le acepte y así pertenecer a ella ya que los animales que están acostumbrados a estar en familia necesitan pertenecer a una de ellas porque solos no sobrevivirían durante mucho tiempo.
Aquí es donde entra nuestra historia y sus protagonistas. En un lugar ubicado en Washington (Estados Unidos) llamado Condado de Kittitas, unos aldeanos vieron que un alce paseaba cerca de las granjas de esa zona buscando algo de compañía pues se encontraba solo, su manada no se veía por ningún lado. Estos lugareños comprendieron que el pobre alce había sido abandonado por su propia familia y que como se encontraba muy solo estaba intentando hacerse amigo de las vacas y las cabras que había por la zona pero no solo se estaba centrando en crear un vínculo de amistad con los animales de cuatro patas y aquí viene lo interesante, parece ser que un día unos bomberos fueron a apagar un fuego que había comenzado a propagarse por los bosques de kittitas.
Después de asegurarse de que el fuego estaba extinto, los bomberos se tomaron un pequeño descanso y fue entonces cuando todos se asombraron a ver que una hembra alce se acercaba a saludarlos. Este alce, a quien pusieron como nombre Buttons, ya conocían a una gran cantidad de aldeanos de la zona y todos sabían que era muy sociable con todo el mundo.
Buttons ya forma parte de la comunidad del Condado de Kittitas desde muy pequeña, pues fue entonces cuando su familia la había abandonado, y actualmente es una celebridad entre todos los lugareños. Lo más curioso es que a pesar de que el carácter de los alces es de asustadizos y suelen ser reacios a acercarse a los seres humanos, esta pequeña alce no tiene ningún miedo a las personas e incluso en muchas ocasiones les regala amorosos besos. Además es tan especial que a pesar de que por esta zona hay muchas manadas de alces, Buttons prefiere a sus amigos de “toda la vida” como son las cabras, las vacas o los humanos pues los considera su familia.