«Findik», significa avellana en turco, es el nombre del cachorrito protagonista de esta historia.
«Findik», es un cachorro que fue atacado por una manada de perros callejeros en un cementerio de Turquía. El director del colegio y un maestro lo rescataron y lo llevaron a la escuela. Ahora comparte clase y también aprende con los alumnos del colegio.
El nació en las calles de Tokat (Turquía) hasta 2 meses después que lo rescataron, ahora tiene una familia de 37 niños que lo adoran, lo cuidan y lo acompañan.
Para Findik no fue fácil llegar hasta sus rescatadores. El cachorro es demasiado joven pero ha pasado por situaciones difíciles. El animalito solía frecuentar cerca del cementerio de la ciudad, y apenas lograba sobrevivir con los alimentos y agua que encontraba.

Pero esta no era su única dificultad para poder sobrevivir, además de no tener comida ni agua, Findik no tenía un techo donde refugiarse. Y era continuamente intimidado y atacado por la manada de perros salvajes dominantes del lugar.
Entonces en el enfrentamiento más extremo entre el cachorro y la manada, fue cuando los dos hombres se lo encontraron y optaron por ayudarlo. Con puntapiés, piedras, y palos consiguieron ahuyentar a los perros callejeros y pudieron poner al pequeño Findik a salvo de lo que era una muerte segura.
Ahora está rodeado de amor, cariño y mucho aprendizaje, esa salvación fue la variación que Findik necesitaba para poder llevar una vida mejor.

Los hombres que lo rescataron trabajan en la escuela local de Torkat, y acordaron que lo mejor para que el perrito se recobrara, era llevarlo a la escuela con los 37 alumnos y cuidarlo y darle la paz que necesita entre todos. Y así fue, ya que cuando el cachorro llegó al colegio, este rápidamente se convirtió en la celebridad del lugar.
Entre el personal del colegio y los alumnos, construyeron un refugio con todas las necesidades de Findik. Los más pequeños del colegio se organizan cada día para darle comida y agua. Reportó el portal de noticias local Hurriyet Daily

Findik ya es uno más del establecimiento, y como todos, también asiste a clases con su respectivo uniforme especial, así no se sentiría distinto a sus compañeros.

Ahora lo consideran el mejor alumno del colegio. Y es libre de pasearse de clase en clase acompañando y motivando a sus compañeros. ¿A quién no le gustaría asistir a clase con un perrito como Findik?

Hace tan solo pocos meses, Findik tenía que luchar contra el hambre y la sed y protegerse de una manada de perros callejeros. Ahora, es un alumno estrella del colegio local de Tokat (Turquía), donde tiene un hogar y una familia.
